“Empecé a hacer “Ojos de Dios” después de ver similitudes sorprendentes entre los “Ojos” realizados por los nativos Huichol de México, y los enviados a USA por el Dalai Lama en la década de 1970”. Jay Mohler nació en Cleveland Ohio el 30 de abril de 1944, actualmente reside en Carolina del Sur aunque también pasa muchos meses entre India y México.

Su primer encuentro con los Ojos de dios fue cuando viaja a México en 1965, y ve nativos Huichol creando y vendiendo “Ojos” en el mercado de Guadalajara. Al otro año de regreso en Guadalajara Jay Mohler cuenta “En el puente peatonal que lleva al mercado vi a un indio Huichol que en sus brazos llevaba un gran paquete de “Ojos”. Lo seguí y lo observé desde el segundo piso de ese gran mercado central durante casi todo el día. Estaba fascinado por este hombre con su ropa blanca y los movimientos lentos creando sus Ojos de Dios”.

Muchos años después de la invasión del Ejercito Ejército Popular de Liberación de China al Tibet, el Dalai Lama, ya en el exilio, con el objetivo obtener apoyo internacional decide enviar exposición itinerante con ropa, arte y objetos sagrados a diferentes países. Fue en una de esas exposiciones en el campus de la Universidad de Washington en Seattle que Jay Mohler se encontró con otra revelación: “Entrar en esta exposición fue una de las experiencias más profundas y el despertar de mi vida. Entre todos los objetos cuidadosamente elaborados, algunos de ellos bastante grandes, de bronce, de plata y de piedra, había uno mucho mas humilde con palillos e hilo. Yo estaba especialmente sorprendido”. La similitud no solo era estética sino que “Fomentando el misterio los pueblos tibetanos colocaban estos mandalas tejidos en los tejados de las casas para mantener alejados los espíritus malignos y los huicholes colocan su Ojos de Dios en sus campos de maíz para alejar fantasmas”.

Luego de esa experiencia Jay Mohler intento estudiar estas culturas para intentar encontrar un origen en común para estas expresiones, aunque no pudo lograrlo dice: “dudo que en una vida pueda penetrar en estos dos sistemas de creencias a tales profundidades”. Desde entonces Jay Mohler se dedica a crear y vender Ojos de Dios y dar cursos y talleres, a la vez que iba confeccionando mandalas cada vez mas complejos con seis y ocho caras.

Para terminar Jay Mohler nos dice de sus creaciones: “Mis esperanzas en ofrecer mis ojos es que podrían actuar como recordatorios de que efectivamente existe una Presencia Divina que entra en nuestra vida, que nos lleva en última instancia a la finalización de todas las preocupaciones y conflictos, y para perfeccionar la paz, el amor y la felicidad sin fin”.

Galería de mandalas de Jay Mohler

– Puedes ver la galería completa aquí